Somos lo que pensamos
Dentro de las investigaciones que he realizado, he encontrado correlaciones que revolucionan el enfoque de la salud. Por ejemplo: para adelgazar y prevenir enfermedades, es conveniente encauzar el tratamiento de forma holística, es decir el deseo de adelgazar debe ser analizado como un todo y no solo a través de considerar la dieta de forma aislada o temporal. Así, una de las claves para adelgazar y vivir saludable está en nuestros pensamientos y creencias.
Según la estadística científica, en promedio concebimos 60,000 pensamientos diarios, de los cuales el 95% son los mismos del día anterior. Lo asombroso es que estos pensamientos los generamos de manera inconsciente, y sólo 5% son manejados a voluntad para pensar ideas creativas. Si damos como cierta esta información, para dejar de ser dominados por nuestros cotidianos pensamientos y obtener diferentes resultados, es necesario darnos cuenta cuáles son los pensamientos que generamos de manera inconsciente y cuáles son nuestras creencias. De lo contrario seguiremos siendo víctimas de nuestra mente.
Uno de los descubrimientos más valiosos que quiero compartir es que todo comienza en la cabeza y se interpreta en nuestro cuerpo. Nuestra mente es muy poderosa: puede llevarnos al éxito o al fracaso, puede limitarnos o liberarnos, enfermarnos o sanarnos. Nuestra mente comienza a programarse desde nuestra infancia y tal vez podemos no estar educados a nuestro favor, dañando así nuestra salud con ideas que arrastramos desde la niñez.
Para cambiar lo que no nos gusta y convertirnos en autores de nuestra vida, es necesario despertar nuestra consciencia y reconocer cuáles son nuestros pensamientos. Lo importante es aprender a dirigir nuestra mente hacia donde queremos ir. Por ejemplo; en lugar de pensar “Soy una marrana”, ayuda mas pensar: “Como quiero perder peso, encontraré la forma de hacerlo”. El primer paso, es estar en alerta permanente de nuestros pensamientos para transformarlos a nuestro favor y cambiar nuestro destino.
Las creencias
Las creencias son ideas arraigadas que tomamos como verdad que nos llevan a “creer que eso somos”. Con frecuencia nos llevan a recriminarnos y desconfiamos de nosotros mismos creyendo que: “No tengo voluntad para…”, “Nunca puedo bajar de peso”, “No soy lo suficientemente bueno para…”, “Nadie me ama así”, “Soy gordito pero feliz”, “Me encanta comer”, “Hasta el agua me engorda”, “En mi familia es hereditaria la diabetes”, “Como hice ejercicio, puedo comer pastel”, “No soy merecedora de…”, “No soy digna de…”, etcétera.
La buena noticia es que podemos escoger qué creer y podemos aprender a cambiar el modo de ver las cosas para que las creencias cambien de forma. Por fortuna, podemos liberarnos de nuestros pensamientos y creencias negativas. Por ejemplo, en lugar de decir “Odio mi cuerpo”, podemos afirmar “Amo mi cuerpo, estoy muy agradecida con él por que me mantiene sana”.
En mi experiencia he visto que cuando nos aceptamos, cuando nos reconocemos en el presente, cuando asumimos quiénes somos en el aquí y en el ahora podemos liberarnos de nuestro pasado. De acuerdo con el escritor Eckhart Tolle podemos escoger vivir en el poder del ahora. Si estamos esperando ser perfectos para amarnos y aceptarnos, estaremos desperdiciando nuestras vidas. Para lograr mejorar, necesitamos aceptarnos así como somos, sin juicio ni crítica, desde el amor y el respeto, desde el buen trato y el cuidado hacia nosotros mismos; únicamente así, sabiendo que podemos mejorar, podremos hacer cambios positivos.
Al hablar del amor además me refiero a ser bondadosos y afectivos con nosotros mismos. Ejemplos: “Trato a mi cuerpo con cariño y le doy comida saludable”, “Elijo comer una fruta diaria”, “Mi cuerpo es hermoso y saludable”, “Solo yo tengo control sobre mi alimentación”, “Yo tengo el poder de decidir qué comer”, “Día a día descubro nuevas formas de mejorar mi salud”, “El agua es mi bebida favorita, tomo mucha agua para limpiar mi cuerpo”, etcétera.
Por suerte, cada momento es un nuevo comienzo, podemos tomar el poder del ahora, para liberarnos de nuestras resistencias, limitaciones y obstáculos. No obstante, para poder dirigir nuestra vida, necesitamos comenzar por estar en alerta de nuestros pensamientos y creencias, ya que cada pensamiento que tenemos y cada palabra que nos decimos, crean nuestro futuro y cada creencia que sostenemos, conduce nuestra vida.
La alimentación positiva
Para adelgazar y comer más saludable es fundamental reconocer que nuestros hábitos y gustos fueron aprendidos. Frecuentemente intentamos cambiar lo que comemos pero casi nunca hacemos el esfuerzo por cambiar cómo nos sentimos hacia un alimento u otro. Si buscamos maneras de comer a favor de nuestra salud y bienestar seguramente encontraremos formas que favorezcan nuestra felicidad. Por ejemplo, si pretendemos comer más verdura pero no intentamos disfrutar de ella, o procuramos comer brócoli pero no buscamos que sea algo atractivo ni apetecible, entonces el esfuerzo resultará infructuoso. Al dirigir nuestro pensamiento hacia lo positivo veremos que lo relevante no es qué comemos sino cómo comemos y cómo abordamos la comida.
El reto será, por consiguiente, practicar y añadir nuevos hábitos sanos a nuestra vida. Por ejemplo, necesitamos sumar pensamientos positivos como “Me encanta comer verduras porque son buenas para mi cuerpo”, “Me interesa tener una vejez saludable, por eso realizo ejercicio diariamente”, “Amo y cuido de mi cuerpo por eso lo escucho y lo nutro con alimentos naturales”, etcétera.
En conclusión
Si nos disgusta lo que tenemos, lo que somos o lo que nos sucede, necesitamos trabajar con nuestro interior, ya que el exterior es espejo de lo que tenemos dentro. El éxito no trata de lo que podemos hacer en este mundo, sino más bien, de cómo vivimos dentro de nosotros mismos. Recordemos que el cambio comienza con la evolución de nuestra consciencia. Sé consciente de ti.







